Noticias

“Existe un riesgo de adicción cuando la tecnología sustituye la vida real de las personas”

  • El coordinador terapéutico de Dianova España, Antonio J. Molina, reivindica la utilización adecuada de las TIC y actuar solo en caso de usos problemáticos
  • Dianova España dispone de programas específicos para prevenir e intervenir sobre el uso indebido del teléfono móvil, redes sociales e internet, o las llamadas “adicciones sin sustancia” como la ludopatía
  • El proximo número de Infonova incide en las nuevas formas de adicción y los patrones de consumo

Durante muchos años, cuando hablábamos de adicciones nos referíamos casi en exclusiva al consumo de sustancias ilegales o al alcoholismo. En la agenda mediática y la esfera pública se hablaba de adicciones para referirse a problemas con las drogas o con el alcohol, pero nuestra sociedad cambió con la llegada de la era digital y la transformación tecnológica. Ya hay quien habla incluso de “adicción” a la tecnologia, aunque el término más correcto sería tal vez hablar de “trastornos del comportamiento”.

Este escenario ha motivado que por primera vez la delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre la Drogas (PNSD) haya incluido las adicciones a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en su nueva Estrategia Nacional sobre Adicciones. Precisamente, este mes de junio se editará el número 34 de la revista INFONOVA, publicada por Dianova España con la cofinanciación de la Delegación del Gobierno para el PNSD, dedicado a las nuevas formas de adicción y patrones de consumo y alineado con esta nueva estrategia.

Ante este escenario, Dianova España dispone de actuaciones específicas para prevenir e intervenir sobre las llamadas “adicciones sin sustancia” (como la ludopatía) y los trastornos comportamentales asociados al uso inadecuado de las tecnologías.

El psicólogo y coordinador terapéutico de Asociación Dianova España, Antonio J. Molina, explica que “el avance tan rápido de las tecnologías no nos ha dejado margen para aprender a utilizarlas de manera correcta y, en vez de eso, hemos aprendido a través del ensayo y error”. En muchos casos, este desarrollo de las TIC, unido a factores emocionales, sociales y familiares, ha generado patrones de conducta de uso inadecuado de las tecnologías. A juicio de Molina, quien es además profesor de Adicciones Tecnológicas del máster de Prevención y Tratamiento de las Adicciones de la Universidad de Salamanca, se trata de “problemas comportamentales desde un punto de vista emocional y cognitivo, puesto que las tecnologías hacen que no tengamos que enfrentarnos nuestra realidad, creando una vida paralela ficticia”.

Los peligros de la realidad virtual

Así, señala que “hay una cierta predisposición en algunas personas a llevar este tipo de comportamientos de forma repetitiva, otras personas son más impulsivas o tienen un hábito desestructurado que hace que tiendan a este tipo de conductas”. Sin embargo, “solo podríamos hablar de un riesgo de adicción cuando la tecnología sustituye la vida real de las personas”.

La red nos evade a una realidad virtual en donde podemos ser quien queramos ser, olvidándonos de nuestra propia realidad. Cuando el instinto de permanecer hiper-conectados constantemente y de interactuar con otras personas a través de una red virtual se apodera de nosotros, entonces es cuando se producen estos comportamientos poco saludables. Asimismo, Molina destaca que “es muy complicado que quienes tienen un problema con las tecnologías acudan a buscar ayuda, pues lo habitual es que la motivación sea externa y no propia. A veces, en el mejor de los casos, saben que tienen un problema, pero no tienen claro cuál es”.

Actuación en varias fases

La intervención de Dianova se realiza a través de distintas fases. Primero, el equipo psicológico evalúa el aspecto motivacional, tanto con quien tiene el problema como con sus familias. Se realiza una estructuración comportamental (horarios, sueño, tareas de la vida diaria), con un manejo de situaciones de riesgo: control económico, control de horario, de acceso a las tecnologías e incluso intentan que se supervisen las páginas a las que suelen acceder y se cierre la partida del juego online o las apuestas en curso. Después, se trabajan aspectos emocionales como los miedos, los complejos, la vergüenza y las inseguridades, e indagan si existe algún hecho traumático vinculado a la conducta. Y finalmente, en la última etapa, se fomenta la autonomía en la vida de la persona, promocionando un plan de vida independiente (incluyendo la prevención de recaídas) alejada de los factores de riesgo.

 

 


Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies