Dianova con el apoyo del Departament de Drets Socials de la Generalitat de Cataluña, ha adaptado su centro de Can Parellada para personas con movilidad reducida. Resaltar que Cataluña tiene alrededor de medio millón de personas con discapacidad reconocida y se calcula que en Europa hay unos 80 millones de personas con una o más discapacidades que por causa de barreras en el entorno no pueden llevar una vida normalizada y se encuentran en situaciones de desigualdad y discriminación social.

En nuestro caso, estamos ante un envejecimiento de nuestra población destinataria con problemas de adicción, donde casi el 50% de las personas que presentan trastorno adictivo son persones adultas mayores de 40 años. Muchas presentan una adicción de larga duración y a causa de su trayectoria de consumo y estilo de vida, suelen presentar, además de un deterioro psicológico, cognitivo y social, un gran deterioro físico el cual produce dificultades de movilidad que los coloca en situación o riesgo de exclusión,

Por otro lado, tenemos personas con problemas de adicción, que, sin ser necesariamente debido en el trastorno, tienen una discapacidad física. Estas personas suelen encontrar dificultades de acceso en centros residenciales por no estar adaptados para su accesibilidad, encontrando barreras arquitectónicas que dificultan la plena accesibilidad en todos los espacios de uso personal y común, salas de terapia, ocio, comedor, etc.

El objetivo es poder ofrecer igualdad de oportunidades a estas personas, sin ningún tipo de discriminación adecuando los centros de tratamiento de adicciones para una accesibilidad universal.

Finalmente, destacar que los espacios mejor adaptados a las personas con discapacidad o movilidad reducida, a menudo suelen ser urbanos, con una carencia de servicios rurales y naturales adaptados con igualdad. Nuestro recurso cuente con un entorno rural y con una inmersión a la natura apreciable y que consideramos un beneficio por la buena evolución de nuestras personas beneficiarias.

El mensaje que queremos enviar a la sociedad es el de la necesidad de procurar la igualdad de oportunidades a las personas con adicción que también tienen problemas de movilidad y/o discapacidad física, ya sea por su estado de salud y edad avanzada u otros orígenes, sin ningún tipo de discriminación adecuando los centros de tratamiento de adicciones para una accesibilidad universal. Nuestro talante en la comunicación del proyecto se basa a poder romper el estigma, el autoestigma y el tabú de esta problemática que muchas veces facilita que se vuelva invisibilizada, eliminando las barreras de acceso a los servicios.