Dianova España se reúne para afrontar los desafíos de la incidencia política en el Tercer Sector
Los retos futuros de la incidencia política del Tercer Sector, en general, y de Dianova, en particular, han sido ampliamente debatidos en el marco de una jornada que ha tenido lugar en Asociación Dianova España, y de la que se han extraído interesantes conclusiones que se incorporarán a la próxima junta de la asamblea general de Dianova International, junto a las reflexiones surgidas en una ronda de debates similares con todos los miembros de la red.
Los materiales previos de trabajo (el texto de José Carrón “Dianova ante los retos del tercer sector” y la presentación “Dianova y la incidencia política, un debate abierto”) sirvieron de prólogo a un debate muy participativo que sirvió para calibrar las inquietudes sociales de la organización en el contexto de un Tercer Sector que debe encontrar su lugar en un mundo global y cambiante.
Entre las principales aportaciones de Dianova España se encuentran:
– Recuperar la capacidad de propuesta social.
– No dejarse paralizar por la falta de financiación (buscando alternativas y estableciendo alianzas estratégicas).
– Apostar por proyectos innovadores, detectando nuevas necesidades que puedan existir en la sociedad.
– Activar las relaciones con la sociedad civil.
– Asumir riesgos para dejar de hacer “lobby” y hacer incidencia política.
Esta estrategia proactiva dará agilidad para responder a los problemas sociales de hoy, abandonando la zona de confort y apostando por la diversificación en la acción social. Siguiendo estas pautas, la organización tendría que ser capaz de generar una respuesta única, anticipada y diferenciada, pero sin olvidar la importancia del trabajo en red entendiendo las alianzas del Tercer Sector como una inversión y una posibilidad de futuro.
En el plano técnico, este encuentro puso sobre la mesa temas como la necesidad de contar con una capacidad técnica solvente y moderna, lejos de los conceptos ya amortizados del siglo XX, para poder adquirir credibilidad de cara a la sociedad. En este sentido, contar con un “banco centralizado de buenas prácticas” sería interesante para adquirir esa “solvencia técnica”.
La jornada celebrada en Dianova España contó con numerosas aportaciones particulares que enriquecieron un debate en el que no faltó autocrítica hacia un sector que peca a veces de endogámico y de ser excesivamente teórico. Así se planteó la necesidad de “subir” a los grandes debates y al mismo tiempo de “bajar” a la arena social, a la vida, y de conectar con las personas de a pie a través de nuevas herramientas y de nuevos lenguajes. Solo así se podría desarrollar una incidencia política con capacidad no solo de respuesta y reacción, como ha hecho hasta ahora, sino de anticipación para servir mucho más a la sociedad civil, a la que debe su razón de ser.
